miércoles, 29 de septiembre de 2010

DEPRESIÓN OTOÑAL

La falta de luz propia del otoño puede provocar modificaciones del estado de ánimo, produciendo lo
que se conoce como depresión otoñal o síndrome afectivo estacional.
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La falta de luz propia del otoño puede provocar modificaciones del estado de ánimo. Esto se debe a que se produce un aumento de la producción de melatonina al tiempo que disminuyen los niveles de serotonina y, en consecuencia, se modifiquen los estados de ánimo, produciendo en personas especialmente vulnerables las temibles depresiones y la ideación suicida. Por eso, se recomienda tratamiento psicoterapéutico para las personas propensas a la depresión, y sobre todo la exposición a la luz natural o artificial. El cambio de estación es causante de esta tristeza propia del otoño que es conocida como depresión otoñal o síndrome afectivo estacional.

Durante esta época del año, la nostalgia, la angustia o la pena invaden los pensamientos. Las personas frecuentemente se quejan de desmotivación, sensación profunda de tristeza, reducción del tono vital, limitación de la energía física y psíquica (anergias), graves problemas de concentración, alteraciones del sueño, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte, quejas somáticas, irritabilidad, problemas alimenticios y disminución de la libido o del apetito sexual.

Se trata, por lo tanto, de una depresión endógena que no tiene un motivo desencadenante en los factores genéticos del paciente. La causa se encuentra en nosotros mismos. La disminución de la luz es por lo tanto el estímulo que desencadena este trastorno que se repite año tras año y que desaparece espontáneamente con la llegada de la primavera o con el cambio de hemisferio. Sin duda, el principal tratamiento es la luz. El tratamiento de luz, natural o artificial, es más efectivo si se aplica en horas de la mañana. Así, la luz entra en los ojos no sólo para estimular la visión sino para estimular nuestro reloj biológico.

El tratamiento psicoterapéutico es igualmente importante; el trabajo de escucha, comunicación e interpretación del pensamiento (penas, dudas, miedos preocupaciones, etc.) es esencial para frenar la sintomatología depresiva. Se recomienda ser optimista y encarar la vida desde la afirmación, no desde la carencia, y pensar en términos de suficiencia nos permite sentirnos bien e identificar el paisaje otoñal con nuevos desafíos, retos e ilusiones.

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