La astenia primaveral caracterizada por debilidad muscular para hacer cualquier esfuerzo, dolor de cabeza y malestar general, tensión arterial baja, una tristeza inexplicable e, incluso, ausencia de interés sexual causa verdaderos estragos entre la población cada año. El cambio brusco de temperaturas que hemos sufrido en las últimas semanas ha marcado un punto de inflexión en las personas que padecen este trastorno estacional.
La psicóloga Mercedes Torres Anguiano explica que aunque esta patología afecta en mayor medida a aquellas personas que son más propensos a las alteraciones de ánimo o padecen depresión, la astenia se generaliza en todas las personas. Según los últimos estudios, la incidencia de esta enfermedad se ha multiplicado en las últimas décadas y he llegado a ser uno de los motivos más frecuentes de consultas en el área de Medicina Interna.
Torres Anguiano hace hincapié en el factor climatológico: “En primavera aumenta el tiempo de exposición a la luz solar, se cambian los hábitos de vida, las horas de sueño y, en definitiva, los ritmos naturales de nuestra vida. Estos son aspectos que hay que saber controlar, y hay quienes encuentran dificultad para ello”.
Las mujeres entre treinta y cuarenta años son las más propensas a sufrir astenia (de cualquiera de los dos tipos: de origen físico o de origen nervioso). La psicóloga comenta que aunque no hay una razón científica concreta que explique esta casuística, la astenia hace mella en mujeres con pocas estrategias internas, con poca independencia y que se encuentran “vacías”.
Con todo, los especialistas aclaran que estos cuadros clínicos suelen desaparecer al cabo de tres o cuatro semanas de entrada la primavera, un periodo de tiempo en el que la actividad fisiológica se adapta al nuevo cambio climático y horario que adquirimos. Si esto no fuera así, se recomienda acudir al psicólogo para que ayude al paciente a afrontar estos nuevos estados y no caiga en una patología más grave.
FUENTE: DIARIO DE JAÉN 23-MAY-2006
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